Soledad ("Loneliness") significa que las personas no interactúan con nadie o con muy poca gente en sus vidas diarias. Esta situación puede derivarse de múltiples factores: la evolución natural de las familias (la familia que se disuelve con la independencia financiera de los niños); El atractivo de algunas áreas metropolitanas específicas para vivir; El envejecimiento demográfico; Cuando uno de los miembros de la familia fallece; Problemas relacionados con la salud (pérdida de audición, vista, movilidad) y la jubilación (no trabajar disminuye las interacciones sociales).


La esperanza de vida ha aumentado en los países desarrollados y, en consecuencia, los años en que los ciudadanos mayores de 65 años deben vivir en una situación de soledad. El aislamiento de las personas mayores puede tener varias consecuencias, particularmente en términos de su salud. Las personas mayores pueden enfermar más rápido y con más frecuencia. La depresión y la pérdida de autonomía son los principales riesgos que enfrentan las personas mayores aisladas. Los resultados de un estudio mostraron que en los ancianos, el alto nivel de estrés causado por el aislamiento y la inactividad física parece estar significativamente asociado con las enfermedades cardiovasculares, diabetes, mala calidad del sueño y desnutrición.

Objetivos

La investigación ha encontrado que las relaciones sociales se asocian con un aumento de las condiciones de salud y una mejor autoestima. Los ayuntamientos, las ONGs y los servicios sociales están creando y aplicando programas para identificar y minimizar la soledad no deseada, pero la situación general muestra múltiples intervenciones únicas, desconectadas y no estructuradas, que con frecuencia dependen del voluntariado.

Las personas mayores y su contexto (familiares, médicos de cabecera, trabajadores sociales y vecinos) necesitan conocer y estar al tanto de estas soluciones y programas existentes; sobre la importancia de salir de casa y hacer algunas actividades sociales colectivas. Y también, sobre los riesgos de la soledad y la depresión. Proponemos un nuevo programa educativo para crear un entorno propicio para minimizar el efecto negativo de la soledad no deseada en los ancianos y para fomentar vidas saludables. 

Healthy Loneliness visualiza nuevas sesiones cara a cara que ofrecerán un conjunto de materiales educativos personalizados mediante la introducción de cambios de comportamiento basados en interacciones sociales más fuertes.

  

Técnicas de transferencia para el manejo emocional del aislamiento y problemas relacionados.

  

Sensibilizar sobre el aislamiento de las personas mayores y las herramientas para minimizarlo.

  

Potenciar el concepto de radares de soledad, como una forma de identificar y llegar a las personas mayores aisladas

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